Es bien conocido que hoy día 28, a las 20
horas, quedará vacante la Sede de Roma, por la renuncia de
nuestro amado Papa Benedicto XVI.
En este momento no podemos más que expresar nuestro agradecimiento
al Supremo Pastor de la Iglesia, Jesucristo, por la persona y el
ministerio de Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Los próximos años y la
historia nos irán mostrando la grandeza de este pastor, sabio y humilde,
que ha guiado con suavidad y fortaleza a la Iglesia en un momento delicado de
su historia. Su visión clarividente del mundo y de los designios de Dios sobre
él; su palabra sencilla, profunda, fundamentada y elocuente; sus gestos claros,
y hasta su sufrimiento, han sido una guía fundamental en nuestras vidas y
quehacer pastoral.
Ahora corresponde al Colegio de los Cardenales elegir al nuevo
Sucesor del apóstol San Pedro. Entramos en un tiempo de Sede vacante, a la
espera de acoger al que viene en el nombre del Señor para ser Vicario de Cristo.
1. A partir de las 20 horas del próximo día 28 de febrero, no se
nombrará al Papa en la plegaria de la Misa, en el rezo de la Liturgia de la
Horas, o en cualquier otra oración.
2. Aunque las normas litúrgicas prohíben celebrar misa votivas en el
tiempo de Cuaresma, autorizo y pido que se celebren, en el modo y tiempo
establecido, siempre fuera del domingo, la Misa “Para elegir a un Papa o a
un Obispo”, recogida en el Misa Romano, en las Misas por diversas necesidades,
n. 4.
3. Dentro de todas las Misas, de las demás celebraciones, así como en
el rezo de la Liturgia de las Horas y demás oraciones, se hará
una petición por el próximo Papa y por el Colegio de los Cardenales que
tiene como misión elegirlo, para que Dios, nuestro Señor, le dé la luz necesaria
para elegir según la voluntad de Dios.
4. En aquellos lugares donde se tiene la adoración eucarística,
pídase por esta intención.
5. Pido de un modo especial a las religiosas de vida contemplativa
que intensifiquen su plegaria por la misma intención
Del mismo modo, pido a todos los fieles de esta diócesis que, de
modo particular, recen por el próximo Sucesor de San Pedro; ofrezcan,
especialmente los enfermos, sus dolores y sufrimientos por la Iglesia y por el
Papa. Y todos vivamos en una actitud de auténtica comunión con la Iglesia y con
el Vicario de Cristo, del que no sabemos el nombre, pero por el que ya sentimos
afecto filial y nos adherimos en la obediencia de la fe.
Una vez que se conozca la elección del nuevo Santo
Padre, todas las campanas de la diócesis serán echadas al vuelo en
señal de acogida y adhesión a la persona del nuevo Papa, expresión de la
alegría de toda la Iglesia.
En la Plegaria eucarística y en las oraciones que así lo establecen, se
nombrará al nuevo Papa. En su momento se anunciarán las Misas de acción de
gracias.
Encomendamos al Señor, por medio de la Virgen Santísima, este momento
de la Iglesia, con la confianza que Dios nos ha de dar el Pastor que
necesitamos en este momento de la historia.
Con mi afecto y bendición
+ Ginés García Beltrán
Obispo de Guadix
Fuente: J. Carlos Valle en http://www.semanasantadebaza.com/
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