Imagen tomada del blog: Siete en familia |
Y es que desde el siglo IV, se tiene constancia del deseo de iniciar un tiempo sagrado, que según los lugares será de dos o tres días, y en otros de quince; tomando como ejemplo, tanto a Moisés y Elías, como al mismo Jesús, que pasan por una experiencia de desierto, con la consiguiente falta de alimento. De los primeros cristianos, sabemos por San Ireneo, que en torno al año 190: "no tenía una constancia del total de días en que se realizaba el ayuno". Y en cuanto a Tertuliano, afirma que, los cristianos primitivos ayunaban el viernes, por la muerte de Cristo, y el sábado, porque San Pedro pasaría el sábado en oración y abstinencia; pero no era una práctica oficial y extendida. Sin embargo, en la Didascalia, se dice que eran seis día de ayuno, y que con el correr del tiempo acabó siendo de cuarenta, pues la Iglesia, nunca se ha desviado de su regla, desde el siglo VII, según la cual, el tiempo de Cuaresma abarca cuarenta días, además de los domingos.
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