Una abarrotada plaza de San Pedro ha celebrado la beatificación del papa más querido de la historia de la Iglesia. Además, cientos de miles de peregrinos siguieron la ceremonia desde las calles cercanas a través de pantallas. Tras la beatificación de Juan Pablo II, Benedicto XVI rezó el Regina Coeli, como suele hacer la Iglesia católica hasta el Domingo de Pentecostés. Y ha sido el primero en venerar los restos mortales de Juan Pablo II dentro de la basílica de San Pedro, le acompañaban todos los cardenales que han concelebrado en la misa de beatificación. Unas pocas horas antes de la beatificación de Juan Pablo II, se revivieron durante la vigilia de oración algunos de los momentos más importantes de su vida en el Circo Massimo, lugar donde murieron muchos cristianos en la época romana, se llenó de personas que desafiaron a la lluvia para recordar al papa polaco.
Más de 87 delegaciones oficiales han asistido a la beatificación de Juan Pablo II. Entre ellos cinco casas reales, 16 jefes de Estado y 6 jefes de Gobierno.
Cientos de miles de peregrinos hicieron filas kilométricas para rezar unos instantes ante el féretro de Juan Pablo II. La basílica permaneció abierta toda la noche. Los restos del Papa estuvieron ante el altar central de la basílica de San Pedro. Sobre ellos, un ejemplar de los Evangelios.
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