Viviendo esta experiencia de soledad y aridez puede ocurrirnos que nos desesperemos, que pensemos que este aislamiento no nos conduce a nada... que perdamos de vista lo que estábamos buscando. Partíamos del deseo de encuentro con Dios, y parece que el silencio y la falta de compañía puede ser más fuerte que andar por el desierto, intentando acallar todo el ruido que llevamos con nosotros.
¿Será que Dios sólo se comunica cuando hemos callado, su Palabra necesita de nuestro Silencio?
Hemos llegado a punto en que nos sentimos más pobres, y más confundidos, inseguros y perdidos... Y ese Dios que nos llevó al desierto permace "ausente"y "silencioso"
¿Qué haremos? ¿obramos según el evangelio: "Si os dicen que está en el desierto, no vayáis; y si os dicen que está en un lugar secreto, no lo creáis" (Mt 24,26)?.... ¿ha sido entonces una mala decisión ir al desierto?
¿Será que Dios sólo se comunica cuando hemos callado, su Palabra necesita de nuestro Silencio?
Hemos llegado a punto en que nos sentimos más pobres, y más confundidos, inseguros y perdidos... Y ese Dios que nos llevó al desierto permace "ausente"y "silencioso"
¿Qué haremos? ¿obramos según el evangelio: "Si os dicen que está en el desierto, no vayáis; y si os dicen que está en un lugar secreto, no lo creáis" (Mt 24,26)?.... ¿ha sido entonces una mala decisión ir al desierto?
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