Seguimos en tiempos de grandes silencios... silencios impuestos, silencios que otorgan, silencios que averguenzan. Y ¿por qué? Si Jonás ha vuelto a "nacer", cuando se libera de la ballena, si tiene una nueva oportunidad de profetizar ¿a qué teme? Claro que a Dios no se le ha ocurrido otra cosa que mandarle a una ciudad pagana.... hóstil a Dios...¿quién le va a escuchar? Pues el caso es que sí, los ninivitas le escucharon y se convirtieron, hicieron penitencia como señal de dolor, y cambian ante el temor del castigo que les anuncian, su dolor conmueve a Yahvé, y les perdona, en todo hay excepciones, y su conversión pudo más que la palabras proféticas. Jonás se siente disgustado y se dirige al Señor, pues no entiende que sea un Dios clemente y misericordioso, y le pide que le quite la vida pues ya no merece la pena vivirla , si los malos ecuentran motivos para la esperanza, qué va a ser de los que se tienen por buenos y desprecian a los que juzgan malos... Y de nuevo el silen...