El papa Francisco se refirió a la «lucha entre el demonio y Dios», teniendo en cuenta las imágenes fuertes de las lecturas del día, a saber: la visión de la gloria de Dios relatada por el profeta Daniel con el Hijo del hombre, Jesucristo, ante el Padre; la lucha del arcángel Miguel y sus ángeles contra «el gran dragón, la serpiente antigua, que es llamado diablo» y que «sedujo a toda la tierra habitada», pero que fue derrotado, como afirma el Apocalipsis; y el Evangelio en que Jesús dice a Natanael: «Verán el cielo abierto y los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre»:«Pero esta lucha se produce después de que Satanás trata de destruir a la mujer que está a punto de dar a luz al hijo. Satanás siempre trata de destruir al hombre: aquel hombre que Daniel veía allí, en la gloria, y que Jesús decía a Natanael que vendría en la gloria. «El deber del pueblo de Dios – afirmó el Papa – es custodiar en sí al hombre: al hombre Jesús» porque «es el hombre que da vida a todo